lunes, 11 de noviembre de 2013

El tonel de Amontillado


La historia empieza con la promesa de venganza del narrador hacia Fortunato quien siempre lo ofendía y últimamente le había lanzado una injuria, situación que desató su ira y mantenía su deseo de vengarse. El narrador considera a Fortunato como un experto en vinos, pero un charlatán en otras cosas que pregonaba saber. Un día de carnavales que se festejaban en una ciudad italiana, se encuentra con Fortunato, quien estaba borracho, al ser éste un experto en vinos le pide el favor que revise si el barril de vino de amontillado que había comprado realmente era de esas características, y lo invita a que visiten el lugar donde se hallaba otro experto en vinos, pero Fortunato desprecia el saber de aquel supuesto experto, pues no reconocía mejor título a otra persona que no fuera él, sin embargo el vengador lo invita a su casa, la cual se encontraba sola, para que pudiera comprobar la original característica del vino de tonel de amontillado. Al llegar a la casa del narrador, bajaron hacia una bodega pero debido a la embriaguez de Fortunato, éste no podía ser muy consciente de cuál era su destino y al tropezar con una gran roca, Fortunato fue encadenado a ésta para que muriera allí, pero el vengativo hombre para asegurarse de que Fortunato no pudiera escapar, construyó un gran muro con rocas y yeso, encerrando por completo a Fortunato y condenándolo a la muerte en un lugar donde nadie se percataba de su existencia. 

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